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La oferta se ha publicado unos días atrás y no tardará en ser reclamada por uno o más hackers. La firma Zerodium, creada por expertos en ciberseguridad, dará un premio de 1,5 millones de dólares para quienes identifiquen una vulnerabilidad desconocida hasta la fecha en el sistema operativo iOS 10 que les permita acceder al dispositivo de forma remota o le dé al hacker la posibilidad de aumentar sus privilegios, lo que se conoce como escalonamiento de privilegios y sirve para incrementar los permisos que tiene un usuario sobre un sistema o app.
La oferta no es extraña. Cada nuevo lanzamiento de software o sistema operativo viene acompañado de propuestas de empresas, como Exodus Intelligence o Vupen, que pagan por descubrir fallos en los códigos que permitan ingresar al dispositivo y controlarlo. Zerodium, por ejemplo, paga unos 65.000 euros por hallar vulnerabilidades en Adobe y hasta 100.000 por errores en Windows Phone. La diferencia de precio reside en que los sistemas operativos de Apple son mucho más complejos de desentrañar. En oposición, Android se cotiza en el sector de la ciberseguridad por 185.000 euros. Para quienes estén interesados, Zerodium asegura en su página web que se compromete a estudiar la propuesta en una semana y el dinero se envía por transferencia... a todos los que descubran un fallo desconocido hasta la fecha. Sin importar cuántas propuestas «acertadas» se envíen. De hecho, el fundador de la empresa, Chaouki Bekrar, aseguró en una entrevista a la web Motherboard que «queremos atraer la mayor cantidad posible de candidatos para asegurarnos una amplia variedad de vulnerabilidades. Estamos financiados por importantes compradores, por lo que nuestro presupuesto es casi ilimitado».
¿De dónde saca el dinero Zerodium? Tal y como aclaran en su página de internet, sus principales clientes son gobiernos y grandes empresas que compran los programas de control remoto (nunca mejor dicho) para vigilancia. Y esto es algo muy frecuente. Tanto que, a principio de año y a raíz de los tiroteos en California, que culminaron con la muerte de 14 personas, el FBI pidió ayuda a la propia Apple para hackear un iPhone, propiedad de uno de los tiradores. En principio, la empresa se negó. Al poco tiempo recibieron un mensaje de la agencia de inteligencia asegurando que no hacía falta su ayuda, que lo habían conseguido por su cuenta. Obviamente, los errores de programación o las ventanas no se envían a la firma responsable para que los resuelva.
Lo que muchos responsables de seguridad buscan es un jailbreak (básicamente, un modo de liberar las restricciones de un sistema operativo) para que se pueda operar un software no autorizado, en este caso, por Apple. Un jailbreak capacita al espía a activar la cámara o el micrófono del dispositivo (no tiene que ser un smartphone, puede ser también un iPad), encenderlo cuando quiera y leer todos los mensajes y ver fotos y contactos. En Estados Unidos su uso es legal.