Un nuevo misterio desconcertante ha aparecido en Mercurio: un patrón de acantilados gigantes y crestas en la superficie del planeta que desafía cualquier explicación científica. Mercurio es el mundo más pequeño y más interior del Sistema Solar. Fue un planeta enigmático durante años. Hasta que la nave espacial Messenger de la NASA se convirtió en la primera sonda en orbitar Mercurio, las únicas otras visitas que recibió fueron los sobrevuelos realizados por la sonda Mariner 10 de la NASA hace cuatro décadas. Messenger terminó su misión en abril estrellándose en la superficie de Mercurio.
Las imágenes que Messenger recogió durante sus más de cuatro años en órbita revelaron una amplia gama de grandes escarpes de falla, o acantilados. Estos escarpes parecen escalones gigantes en el paisaje. Los más grandes tienen 1.000 kilómetros de largo y más de 3.000 metros de altura. Estos escarpes se forman cuando las rocas se juntan y presionan hacia arriva a lo largo de fallas o fracturas en la corteza del planeta. El modelo más ampliamente aceptado del origen de estos escarpes es que son esencialmente las arrugas que se formaron en la superficie de Mercurio a medida que el núcleo del planeta se enfrió con el tiempo, encogiendo de tamaño. Investigaciones anteriores han sugerido que pudo contraerse entre 4 y 14 kilómetros de diámetro.
Si este fue el motivo, estos escarpes debeerían aparecer uniformemente sobre la superficie del planeta. Sin embargo, los científicos han encontrado ahora un patrón desconcertante de estos escarpes de falla. "Es un verdadero misterio", dijo a Space.com el autor principal del estudio Thomas Watters, un científico planetario del Museo Nacional del Aire y del Espacio de la Institución Smithsonian.
Los científicos analizaron comunes escarpes de falla en la superficie de Mercurio, de unos 50 kilómetros de largo. Inesperadamente, descubrieron que muchos escarpes están concentrados en dos bandas anchas que van de norte a sur y se encuentran en lados opuestos del planeta. Una posible explicación de estas bandas podría estar en el flujo de roca caliente en el manto de Mercurio. "Sin embargo, la magnitud de flujo en el manto de Mercurio es demasiado pequeña para explicar estas bandas, porque el manto de Mercurio no es muy grueso" dijo Watters.